Acapulco 2022 (Polaroid Go)
Grabación Live Session "Hombre de Madera y Piedra"
Polaroid Yellow 600 Film
Músicxs
Mi mamá normalmente se la vive de un lado para el otro; me resulta muy raro verla todo el tiempo en la casa.
Tal vez en muchos años, cuando ella ya no esté, recordaré esta cuarentena como el tiempo donde más convivimos y sienta nostalgia. Por ahora solo siento impotencia. Así funciona mi mente; todo lo que vivo se vuelve más valioso ya que se ha convertido en memorias.
Sentada al sol batallando las alergias
Escuchando los coches y los aviones mientras el viento me brindaba un poco de alivio contra el sol de las 4:00

Llegó un hombre con su guitarra cantando algo que no me recordaba a nada; sin embargo surgió una memoria de Valle de Bravo que generalmente solo vive dentro de una foto y esta vez pudo extenderse unos segundos extra.

Me deslumbraban las hojas de mi cuaderno y escribía en pasado aun mientras seguía aconteciendo todo…

La música cesó casi a la par que el viento y sentí una nueva ola de nostalgia llenarme solo para irse de prisa y dejar a su paso un intenso vacío

El agua que bebía se había calentado y anhelaba hielos o cerveza… Era un día más que se alejaba
La nostalgia es mi vestido favorito. Cada vez que me la pongo me siento imparable, protegida.
Me hace darme cuenta de todas las cosas buenas que han pasado por mi vida.
Es la risa de mis amigos, las historias que hemos construido, es un sinfín de personas que van de paso, de rodajes, de canciones,  de brindis hechos con congruencia y sin ella, de sentimientos cálidos que siguen llenándome sin importar el paso del tiempo.
Disfruto llorar por lo que quiero y se va, por lo que amo y cambia.  Y luego contarlo.
Soy una verdadera fanática de vivir los momentos pensando en como los recordaré, como me abrigarán en el futuro.
Eso es lo que hago, coleccionar memorias, a veces mías, a veces ajenas, sacarles fotos, hacerlas videos, ponerlas por escrito, integrarles música, abrazarlas mucho, y entonces vivirlas y dejarlas vivir.
Probablemente, estas cuatro fotos sean las más preciadas de toda mi colección. Las tomé con mi primera cámara Polaroid, era de Barbie y la amaba. No sé que cuantos años tenía, pero calculando la edad de Celeste, mi prima (segunda foto), quien nació el mismo año que yo, calculo tenía siete años. Me encanta haberlas conservado. No recuerdo muchas cosas de mi niñez, pero siempre que me daban una cámara la usaba. Luego le fui agarrando miedo, se volvió algo técnico y complejo, pero nunca con mis Polaroids, esas siempre me hacen sonreir.
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